ESTO ES LO QUE DICE LA CIENCIA SOBRE TOMAR LECHE DESNATADA PARA ADELGAZAR

Llegada la primavera y pensando ya en las vacaciones de verano, se apuran los ejercicios en el gimnasio y comienzan las dietas esperando a que se produzca el milagro y se pierdan esos kilos de más ganados en los últimos meses. En esas dietas iniciadas a trompicones y sin apenas información, aparece el cambio de leche entera por leche desnatada como una fórmula ganadora. Pero, ¿la ciencia avala que así perdamos realmente peso?

Lo cierto es que esta táctica del adelgazamiento exprés tiene pocos visos de funcionar y lo mejor es apostar por una dieta cardiosaludable y una actividad física moderada durante todo el año. No solo para perder peso, sino para mantener un buen estado general de salud. Sin embargo, el régimen aparece como salvavidas cuando pensamos en el bañador o el bikini que estrenaremos en la playa.

En cuanto a la dosis diaria de grasas saturadas, no es recomendable consumir más de 20 gramos al día en una dieta de 2.000 calorías, como apuntan desde la Universidad de Harvard (HMS). Una sola taza de leche entera aporta 4,5 gramos, medida interesante a tener en cuenta. Según Frank Hu, experto en Nutrición y Epidemiología de esta prestigiosa universidad, una opción podría ser combinar lácteos desnatados y enteros, si bien este equilibrio no garantiza nada en cuanto a un peso corporal más sano.

Menos grasas pero más azúcar

El debate sobre la leche entera o desnatada no es actual: desde hace años la comunidad científica discute sobre si la versión baja en grasa es realmente mucho más saludable e incluso llevan el dilema más allá: ¿Una persona adulta necesita tomar leche diariamente?

En esta línea se manifestó en su día otro experto de Harvard, David Ludwig, alertando que cualquier tipo de lácteo aporta un contenido en azúcar importante que debería centrar las alertas de cara a los altos índices de obesidad que se registran en el mundo desde hace años. Ludwig ha llamado asimismo la atención sobre sustitutivos como la soja o la leche de almendras, donde la cantidad de azúcar también es notable.

Walter Willett, también experto de Harvard, ha resaltado del riesgo de la leche desnatada porque al ser menos saciante fomenta un mayor consumo de otros alimentos. Esto concluiría, por tanto, que si aporta más saciedad, sería más recomendable la ingesta del lácteo entero porque no solo controla el apetito, sino que además es más completo a nivel nutricional.

Otros alimentos para regular el peso

En definitiva, ninguno de los dos tipos de lácteos suponen un punto de inflexión para una persona que quiera perder peso. En este sentido cabe recordar, por un lado, que el calcio se encuentra en otros alimentos (verduras de hoja verde, tofu, zumo de naranja…) y por otro, que el secreto de un peso corporal adecuado está en una rica dieta en verduras, frutas y legumbres que deseche grasas saturadas y azúcares y limite los hidratos de carbono, especialmente si no somos personas muy activas.

Tampoco hay que olvidar que a la hora de valorar la grasa de un alimento como la leche el criterio no puede ser el mismo para personas sanas que para otras con problemas cardíacos, metabólicos, colesterol o diabetes, por ejemplo. En estos casos la opción desnatada sería de base la más idónea.

Referencias

Harvard School of Public Health (2021). Milk may not be necessary for most adults. https://www.hsph.harvard.edu/news/hsph-in-the-news/milk-healthy-diet/

Harvard School of Public Health (2021, 12 de febrero). Is low-fat or full-fat the better choice for dairy? products? https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/is-low-fat-or-full-fat-the-better-choice-for-dairy-products

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