Un 60% de nuestro cuerpo está compuesto por agua, lo que se traduce en que todos los sistemas del organismo necesitan de ella para funcionar correctamente. Por lo tanto, mantenerse hidratado es esencial para cualquier persona.
No obstante, hay a quienes les cuesta mucho beber la cantidad mínima diaria de agua recomendada. Para solucionar ese problema, muchas personas se decantan por beber agua con gas, una variedad de agua que les resulta más agradable.
Sin embargo, aunque el agua con gas es una buena alternativa para hidratarse, no es conveniente recurrir a ella todos los días, ya que su consumo excesivo puede perjudicar al cuerpo.
Como casi todo en esta vida, el agua con gas tiene tanto virtudes como inconvenientes. Entre las primeras, destacan la sensación de frescor, la facilitación de la digestión, el incremento de la sensación de saciedad y su riqueza en minerales como el magnesio, el calcio, el potasio y el sodio.
Por el contrario, las consecuencias negativas para el organismo de beber diariamente agua con gas son las siguientes: