LOS PEDIATRAS PIDEN NO RETRASAR LAS VACUNAS INFANTILES POR LA INMUNIZACIóN CONTRA LA ALERGIA

Existe la falsa creencia de que, para evitar interferencias entre los tratamientos, mientras un niño recibe inmunización para la alergia, no puede ser vacunado de otras enfermedades, pese a que la evidencia científica demuestra que el sistema inmune tiene capacidad para desensibilizarse frente a un alérgeno y realizar simultáneamente la acción contraria con una proteína.

Los pediatras lamentan que la desinformación propicie la pérdida de ocasiones para vacunar a la población infantil, pudiendo prevenir así numerosas enfermedades.

"No es extraño que los pediatras se encuentren en consulta con familias que han sido conminadas a esperar para vacunar a sus hijos de otras enfermedades", explica José Gómez Rial, inmunólogo del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y uno de los expertos que han participado en Girona en las XV Jornadas de Inmunizaciones organizadas en Girona por el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Societat Catalana de Pediatria (SCP).

Teniendo en cuenta que el 11,4% de la población infantil sufre de alergia, principalmente rinitis alérgica retrasar o no administrar las vacunas por la falsa creencia de que la inmunicación interfiere con las vacunas es un problema creciente. "Cerca de 795.000 niños con alergia, una incidencia que va en aumento, especialmente en las ciudades", señalan los pediatras, y "es una verdadera lástima perder la ocasión de vacunar a causa de la desinformación, porque luego, muchas veces, ya no vuelven", añade Gómez Rial en un comunicado.

Los pediatras explican en qué se diferencian las vacunas, la herramienta de salud pública más eficaz contra las enfermedades infecciosas contra las que se dirigen, de la inmunización contra la alergia.

"La inmunoterapia con alérgenos es un tratamiento personalizado que se administra a mayores de 5 años para prevenir y disminuir los síntomas de algunas enfermedades como la rinitis alérgica, la conjuntivitis, el asma alérgica o la alergia a las picaduras de insectos. Esta terapia, que puede ser inyectada subcutáneamente, bebida o disuelta sublingualmente, según el tipo, favorece la desensibilización y 'equilibra' el sistema inmunitario, haciendo que el paciente desarrolle tolerancia a lo que es alérgico", explica la AEP. Se pauta regularmente durante un período de tiempo prolongado, de tres a cinco años.

Por el contrario, "las vacunas frente a enfermedades infecciosas inmunoprevenibles basan su mecanismo de acción en provocar una respuesta inmunitaria inoculando partes atenuadas o inactivadas de un organismo específico (antígeno) o las 'instrucciones' para producir antígenos, en lugar del antígeno en sí mismo, favoreciendo que si la persona se expone a un patógeno (virus, bacterias) su organismo lo 'combata' de forma eficaz evitando enfermar".

"Desensibilizarse contra el alérgeno y sensibilizarse a una proteína parecen acciones contrarias, pero nuestro sistema inmunológico está sobradamente preparado para realizar estas acciones simultáneamente a la perfección", aclara Gómez Rial, que recuerda que es algo establecido en las guías de práctica clínica internacionales, basadas en la evidencia científica más actual. Por consiguiente, "no es necesario ni conveniente aplazar por este motivo las inmunizaciones pautadas en el calendario vacunal".

Uno de cada cinco niños en el mundo nunca ha sido vacunado

Iñaki Alegría, pediatra del Hospital General Rural de Gambo (en Oromía, Etiopía) ha querido llamar la atención, en su ponencia 'Nuevas vacunas para la esperanza', sobre la importancia, no solo del desarrollo de nuevas vacunas para prevenir el dengue o el paludismo, sino también en la necesidad de lograr que las vacunas tradicionales lleguen a toda la población infantil, independientemente del lugar en el que residan.

"Uno de cada cinco niños en el mundo es considerado 'cero dosis', es decir, que no se le ha administrado ninguna vacuna en su vida. Desafortunadamente, esta ratio aumenta hasta uno de cada dos en zonas aisladas de África o lugares donde hay conflictos bélicos", lamenta el pediatra.

Según datos de la OMS, 373 personas fallecen al día, la mayoría menores de 5 años, a causa del sarampión, pese a que existe una vacuna eficaz desde hace más de medio siglo. Y "más de la mitad de estas defunciones se dan en solo 10 países, encabezados por India, Etiopía y el Congo".

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