QUé BENEFICIOS TIENE EL TOMATE CRUDO PARA LA SALUD: TODOS LOS QUE DEBES CONOCER

El tomate crudo, ese ingrediente tan común en nuestras ensaladas y salsas, esconde un tesoro de beneficios para nuestra salud. Más allá de su sabor fresco y versátil, este fruto (sí, ¡es un fruto!) aporta una gran cantidad de nutrientes esenciales que pueden contribuir a prevenir enfermedades, fortalecer nuestro sistema inmunológico y mejorar nuestra calidad de vida en general.

El tomate posee un alto contenido en vitaminas A, B, C, PP (niacinamida) y K, minerales como fósforo, calcio, zinc, magnesio, potasio, sodio y manganeso, bioflavonoides, licopeno y tiene propiedades antioxidantes

Además, el tomate funciona como un antiséptico, alcalinizante, depurativo, diurético, digestivo, laxante, desiflamatorio y remineralizante. 

       

Estos son todos los beneficios del tomate crudo

Un escudo contra el cáncer: El tomate es rico en licopeno, un poderoso antioxidante que combate los radicales libres, esas moléculas dañinas que pueden ocasionar enfermedades crónicas como el cáncer. Diversos estudios han asociado el consumo regular de tomate con un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata, pulmón, estómago y otros tipos.

Visión aguda, piel radiante y cabello fuerte: Los carotenoides presentes en el tomate se convierten en vitamina A en nuestro organismo, crucial para mantener una buena salud visual, prevenir enfermedades degenerativas como la ceguera nocturna y fortalecer el sistema inmunológico. Además, esta vitamina promueve una piel sana y elástica, y un cabello brillante y resistente.

Corazón protegido: El tomate cuida de nuestro sistema cardiovascular gracias a su alto contenido en antioxidantes, que combaten el colesterol malo (LDL) y mantienen los vasos sanguíneos en buen estado. El licopeno también juega un papel importante en la prevención de enfermedades cardíacas como infartos, aterosclerosis y derrames cerebrales.

Presión arterial bajo control: El potasio, abundante en el tomate, ayuda a eliminar el exceso de sodio del cuerpo y tiene un efecto diurético, lo que contribuye a regular la presión arterial y prevenir la hipertensión.

Inmunidad fortalecida: La vitamina C y los polifenoles, antioxidantes presentes en el tomate, refuerzan las defensas del organismo frente a infecciones y enfermedades. Consumir tomate crudo ayuda a mantener un sistema inmunológico fuerte y preparado para combatir los agentes patógenos.

Un aliado para bajar de peso: El tomate es un alimento bajo en calorías, rico en agua y fibra, lo que lo convierte en un excelente aliado para quienes buscan controlar su peso. La fibra saciante del tomate ayuda a disminuir el apetito y la grasa corporal.

Más allá del sabor: El tomate crudo se puede disfrutar de múltiples maneras: en ensaladas, sobre tostadas, en gazpacho, salmorejo, o simplemente en rodajas con un poco de sal y aceite de oliva.

Para aprovechar al máximo sus beneficios:

Cocinarlo: Aunque la cocción puede destruir algunos nutrientes, aumenta la biodisponibilidad del licopeno. Cocínalo a la plancha, al horno o en salsas.

Consumirlo con aceite: El licopeno es soluble en grasa, por lo que su absorción mejora con aceite de oliva virgen extra.

Elegir tomates maduros: Busca tomates de color rojo uniforme y que cedan ligeramente a la presión.

Guardarlos a temperatura ambiente: La refrigeración afecta su sabor. Consérvalos a temperatura ambiente hasta que maduren, luego guárdalos en la nevera si es necesario.

Variar las variedades: Experimenta con diferentes tipos de tomate para encontrar tus favoritos.

En definitiva, el tomate crudo es un tesoro nutricional que no debe faltar en tu dieta. Disfrútalo de todas las maneras posibles y aprovecha sus increíbles beneficios para tu salud.

     

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