En personas sanas, los expertos recomiendan realizar actividad física durante 30 y 45 minutos días, con una frecuencia mínima de tres veces por semana para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según indica un estudio.
No obstante, la comunidad científica siempre está en constante búsqueda de nuevos descubrimientos y, en este caso, una reciente investigación a cargo del Hospital General de Massachusetts, estudió cómo actúan las señales cerebrales vinculadas al estrés mientras se realiza ejercicio físico.
Además de confirmar la relación subyacente que existe entre hacer actividad física y el síndrome de estrés, los investigadores hallaron una nueva perlita: descubrieron que asimismo impacta en la salud cardiovascular, reduciendo a la mitad el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular.
Un estudio dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts y publicado en el Journal of the American College of Cardiology, descubre que el ejercicio físico reduce las señales cerebrales vinculadas al estrés, como la depresión, obteniendo mejores beneficios cardiovasculares.
Para realizar el estudio, liderado por Ahmed Tawakol, se tomó en cuenta datos generales presentes en las historias clínicas de 50.359 pariticipantes y además, se completó este “biobanco” con la realización de una encuesta sobre actividad física.
A su vez, un subconjunto de 774 personas que realizan ejercicio físico, accedieron a pruebas de imágenes cerebrales y mediciones de las señales del cerebro asociadas al estrés.
A lo largo de 10 años de seguimiento, los investigadores hallaron que casi el 13% de los participantes de este estudio, desarrolló una enfermedad cardiovascular.
Empero, los participantes que realizaron ejercicio físico lograron disminuir el riesgo de patologías cardiovasculares en un 23%, respecto de aquellos que no mantuvieron la recomendación de los expertos.
Ahora, la particularidad que hallaron los investigadores es que las personas con más exigencia de entrenamiento físico, a su vez tenían reducida la actividad de las señales cerebrales relacionadas con el estrés.
Al respecto, el equipo del Hospital de Massachusetts descubrió que esta relación directa entre más actividad física y menos estrés, se debe a mejoras en la función de la corteza prefrontal.
La corteza prefrontal es una zona del cerebro que participa en la acción ejecutiva (tomar decisiones, controlar impulsos, etc.) y que, según los especialistas, regula los centros de estrés cerebrales.
Los investigadores tuvieron en cuenta otras variables para medir los beneficios de la actividad física, como factores de riesgo para el desarrollo de enfermedad coronaria.
En este sentido, descubrieron que el ejercicio no sólo reduce la actividad del cerebro relacionada con el estrés, sino que hallaron una explicación al beneficio cardiovascular de la actividad física.
Es decir, los investigadores comprobaron que en el grupo de participantes, el beneficio cardiovascular del ejercicio físico fue prácticamente el doble de lo esperable en personas que se suponía tenían mayor actividad de las señales cerebrales vinculadas con el estrés, como aquellas con depresión preexistente.
Según indica Tawakol, autor del estudio, “la actividad física fue aproximadamente dos veces más efectiva para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular entre las personas con depresión. Los efectos sobre la actividad del cerebro relacionada con el estrés pueden explicar esta novedosa observación”.
No obstante, el autor del ensayo clínico sugiere ampliar el espectro de investigación y realizar "más estudios prospectivos para identificar mediadores potenciales y demostrar la causalidad”.
Mientras tanto, Tawakol recomienda a la comunidad médica, “transmitir a los pacientes que la actividad física puede tener efectos cerebrales importantes, lo que puede impartir mayores beneficios cardiovasculares entre las personas con síndromes relacionados con el estrés, como la depresión”, concluye.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.