“EL DEPORTE NO SE TRATA DE TU FIGURA”: ESTA CHICA EN FORMA HABLA

No tiene el físico de una fisicoculturista de complexión firme y abdominales marcados. Tiene caderas voluptuosas, curvas que se deslizan bajo la tela, celulitis que se transparenta a través de sus leggings, y eso no le impide levantar pesas en el gimnasio. Mientras que muchas mujeres con curvas se prohíben este hobby por miedo a las miradas de los demás, Samantha Schroeder se siente como pez en el agua entre pesas. Los leggings, por muy reveladores que sean, son en realidad su mejor arma.

Los cuerpos redondos también contienen músculos.

Los gimnasios no solo están llenos de gente con físico como Schwarzenegger o culturistas con bíceps prominentes y muslos tonificados. Hay gente de todos los tamaños entre estas paredes empapada en sudor. Sin embargo, muchos creen que las personas con curvas tienen brazos de espuma y muslos de malvavisco, y que no están hechas para sentadillas ni press de banca. Una imagen caricaturesca y particularmente peyorativa que Samantha Schroeder pisotea con un tiro de baloncesto.

Mientras que en el imaginario colectivo, la chica en forma luce una figura tonificada, que se alinea con su sostén, un abdomen extraplano y sobrio, y brazos delgados pero esculpidos, Samantha revoluciona este ideal sobrevalorado con un giro de caderas. No usa la talla 36, pero bajo su voluminosa piel, esconde músculos robustos. Puede que no sean evidentes y tengan una bonita capa, pero son muy reales y revelan toda su ferocidad en las máquinas.

Samantha tiene un físico que suele ser considerado "vago". Sin embargo, tener curvas y bultos extra no significa que se sienta cómoda en el sofá ni que haga ejercicio con moderación. Todo lo contrario. Esta chica de talla grande y en forma hace sentadillas con 90 kilos a la distancia de los brazos y balancea neumáticos de un lado a otro con una facilidad desconcertante. Como ella misma lo describe, tiene un cuerpo "suave y fuerte" que demuestra que la apariencia no hace la fuerza.

En leggings, ella se niega a dejarse intimidar.

Muchas mujeres no se creen lo suficientemente buenas para entrar al gimnasio. Por miedo a ser juzgadas, a sentirse fuera de lugar, a ser una molestia, posponen la inscripción. Sin embargo, la entrada no se basa en la apariencia. Mientras la mayoría de las mujeres intentan hacerse pequeñas en este espacio propicio para desahogarse, Samantha no perdió tiempo en buscarse una buena posición.

Vive en el lugar y se siente como en casa. Se niega a limitarse a una sudadera gruesa y pantalones deportivos sofocantes. Estas prendas, consideradas más "apropiadas" por la sociedad, provocan sudoración y dificultan el rendimiento. Además, ninguna norma prohíbe las mallas ajustadas y los sujetadores deportivos de cobertura completa.

Estas prendas ceñidas al cuerpo y a la piel acompañan los movimientos de Samantha desde el calentamiento hasta su último esfuerzo. Los leggings, una prenda controvertida , dejan entrever su piel texturizada, y a ella no le importa. Cubren sus piernas de pies a cabeza, dándole la libertad que busca. En un video, esta chica de talla grande y en forma incluso deja su camiseta extragrande en el suelo para hacer su circuito con lo mínimo en la espalda, y a nadie le importa.

Haz ejercicio por diversión, no para perder peso.

Las personas con curvas o con sobrepeso no hacen ejercicio para adelgazar. Al observarlas, muchos creen que sudan con la esperanza de cambiar sus curvas o verse más bajos. Esta es una idea errónea persistente. El ejercicio es, ante todo, una actividad de ocio, una distracción, no una invitación a perder peso.

Samantha entrena por la descarga de endorfinas, por la energía, por sentir su cuerpo, por reconectar con él. La chica de talla grande y fitness no busca transformarse ni ver su reflejo encogerse en el espejo. Corre para desahogarse, baila para liberarse, rema para respirar. Esto es lo que la motiva. Encarna una narrativa diferente: la de un deporte que libera en lugar de limitar. La de un movimiento que celebra en lugar de castigar.

Esta chica en forma experimentada no entrena para torturar ni consumir sus curvas, sino para agradecerles. Para agradecerles por sostenerla y permitirle lograr tantas hazañas.

2025-06-17T11:39:36Z