Históricamente, el ser humano busca encontrar el secreto de la juventud eterna para retrasar el envejecimiento. Actualmente, estudios científicos detectaron que existe un alimento que puede cumplir con esta función: el café.
Un estudio liderado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard reveló que el consumo moderado de café con cafeína durante la mediana edad puede estar asociado a un envejecimiento más saludable.
Durante más de 30 años, los investigadores analizaron los hábitos de 47,513 mujeres del famoso Nurses' Health Study. El estudio destacó que las mujeres que consumían alrededor de 315 mg de cafeína diarios presentaban mayores probabilidades de llegar a los 70 años con un envejecimiento saludable.
Según se conoce, el envejecimiento saludable se definió como:
Vivir hasta los 70 años o más
Estar libre de 11 enfermedades crónicas importantes
Mantener la función física
Conservar la salud mental
No sufrir deterioro cognitivo
No presentar quejas de memoria
La investigación mostró que no todas las fuentes de cafeína ofrecen los mismos beneficios. El café con cafeína sí se asoció a un envejecimiento más saludable, mientras que el café descafeinado, el té o las gaseosas con cafeína no mostraron los mismos efectos.
Incluso, el consumo de gaseosas con cafeína se vinculó con una menor probabilidad de envejecer bien. Cada taza adicional de café con cafeína se relacionó con un incremento del 2% al 5% en la probabilidad de un envejecimiento saludable.
Un grupo de investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo indicaron que un nivel alto de cafeína en la sangre podría reducir la cantidad de grasa corporal y, por consiguiente, disminuir el riesgo de diabetes tipo 2.
Las personas que metabolizan la cafeína más lentamente tienen más probabilidades de ser más delgadas y tienen menos riesgo de diabetes.
El café estimula la adrenalina, acelerando los procesos cerebrales y mejorando la memoria. También ayuda a las personas a sentirse más estimuladas y activas, lo que mejora el rendimiento en diversas actividades.
También está relacionado con una menor probabilidad de desarrollar la enfermedad de Parkinson y ayuda a quienes ya la padecen a controlar mejor sus movimientos.
El café genera una mayor actividad en el sistema circulatorio, ya que contiene compuestos activos con propiedades antioxidantes y vasodilatadoras, que tienen un potencial efecto beneficioso para la salud cardiovascular e incluso sobre la mortalidad.
Es una de las principales fuentes de antioxidantes, por lo que fortalece el sistema inmunológico y contribuye a la reducción de los radicales libres en el cuerpo.
La reducción de radicales libres es crucial, ya que su exceso puede dañar las células y causar enfermedades crónicas como el cáncer. Un consumo moderado de café puede contribuir a la disminución de ciertos tipos de cáncer, como el de hígado y el colorrectal.
Gracias a sus altos niveles de fitoquímicos y efectos antiinflamatorios, el café puede reducir en un tercio los riesgos de padecer estados depresivos.
Las propiedades antiinflamatorias previenen la inflamación en el cuerpo, y los fitoquímicos ayudan a producir compuestos en el intestino que favorecen el estado anímico.
Un metaanálisis de 2016 y un estudio finlandés de 2010 encontraron que el consumo de cafeína y café disminuye el riesgo de depresión, sugiriendo que hay algo específico en el café que afecta el estado de ánimo.
Un estudio de la Universidad de Coimbra reveló que la cafeína, los polifenoles y otros productos naturales presentes en el café pueden ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad del hígado graso no alcohólico en personas con sobrepeso y diabetes tipo 2.
Los participantes con mayor consumo de café tenían hígados más sanos, y aquellos con niveles más altos de cafeína tenían menos probabilidades de sufrir fibrosis hepática
2025-06-05T16:21:38Z