¿POR QUé EL EMBARAZO, EL PARTO Y LA MATERNIDAD SIGUEN SIENDO MORTALES EN GRAN PARTE DEL MUNDO?

Cada dos minutos muere una mujer embarazada o madre primeriza, y la mayoría de estas muertes son evitables, según un nuevo análisis mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 se produjeron en todo el mundo unas 287.000 muertes maternas, que ocurren en cualquier momento del embarazo hasta seis semanas después del parto y están directamente relacionadas con el embarazo.

Casi todas las muertes maternas se producen en países de ingresos bajos, y las mujeres del África subsahariana y el sur de Asia se enfrentan a riesgos especialmente elevados.

El nuevo análisis es la primera actualización mundial de la OMS en más de una década sobre las causas de estas muertes. Las conclusiones ofrecen pistas sobre cómo salvar las vidas de las embarazadas y las madres recientes en los países de alto riesgo y en todo el mundo. "Las intervenciones no son ciencia espacial", dijo a 'Euronews Health' la Dra. Jenny Cresswell, científica de la OMS y autora principal del estudio.

Entre 2009 y 2020, según el informe, las causas más comunes en todo el mundo fueron las hemorragias -sangrados graves, generalmente durante el parto o inmediatamente después-, así como la preeclampsia y otros problemas relacionados con la hipertensión, que pueden provocar derrames cerebrales o fallos orgánicos si no se tratan.

Según el estudio, publicado en la revista 'Lancet Global Health', los problemas de salud agravados por el embarazo, como infecciones o enfermedades crónicas, fueron otro factor importante. Otras causas importantes fueron la sepsis, la obstrucción de vasos sanguíneos y las complicaciones del aborto. Pocos países disponían de datos sobre problemas de salud mental materna, pero los investigadores señalaron que el suicidio es una preocupación clave para las mujeres en su primer año de maternidad.

La mortalidad materna refleja problemas más generales

Según Joyce Browne, catedrática asociada de salud mundial y epidemiología del Centro Médico Universitario de Utrecht (Países Bajos), las muertes maternas son el "canario en la mina de carbón" que advierte de la existencia de problemas sanitarios, sociales y políticos más amplios. "Si tienen acceso a una atención de calidad, si los determinantes sociales están bien atendidos, por lo general las mujeres no mueren", declaró a 'Euronews Health' Browne, que no participó en el estudio.

Según el informe, el mayor riesgo de hemorragia en los países de renta baja, por ejemplo, refleja las "desigualdades persistentes" en el acceso a una atención médica de alta calidad durante las emergencias. Sin ella, las mujeres pueden desangrarse y morir en menos de dos horas.

Mientras tanto, las mujeres de América Latina y el Caribe tienen más probabilidades de morir por complicaciones relacionadas con la hipertensión, que a menudo se produce en la primera semana del parto.

Las muertes tampoco cuentan toda la historia. Por cada mujer que muere en torno al embarazo o el parto, muchas otras sufren una complicación potencialmente mortal conocida como "cuasi accidente". En siete países del África subsahariana, por ejemplo, una de cada 20 mujeres estará a punto de sufrir un percance a lo largo de su vida, según reveló otro estudio el año pasado. En Guatemala, ese riesgo es de una de cada seis. "La mortalidad es la punta del iceberg", afirma Cresswell.

Mejorar la salud materna

Cresswell afirmó que los nuevos resultados subrayan la necesidad de una mayor coordinación entre las distintas partes del sistema sanitario, como la obstetricia, la atención primaria, los servicios de urgencias y el apoyo a la salud mental. También sugieren que unos esfuerzos más amplios para impulsar los sistemas sanitarios en los países de renta baja podrían dar sus frutos con mejores resultados en salud materna, añadió.

Según Browne, estos avances pueden ser graduales. Por ejemplo, las directrices sanitarias internacionales indican en que, cuando una mujer se prepara para dar a luz, debe controlarse el latido del corazón del bebé cada pocos minutos. Pero en zonas sin personal médico suficiente, eso puede ser factible sólo una vez cada hora - y eso es mejor que nada. El personal sanitario "necesita una orientación práctica que le garantice que [hace] lo mejor que puede en el contexto en el que se encuentra, al tiempo que se esfuerza por hacerlo mejor en el futuro", afirma Browne.

Cabe destacar que el estudio sólo incluye datos hasta 2020, lo que significa que no tiene en cuenta cómo la pandemia de COVID-19 puso a prueba los sistemas sanitarios y a los trabajadores de todo el mundo. "Ya sabemos que la situación no está progresando tanto como nos gustaría", afirmó Browne, y añadió que la decisión de EE.UU. de recortar drásticamente los programas sanitarios mundiales, incluidas las iniciativas de salud materno-infantil, inyecta más incertidumbre en el futuro.

A pesar de los retos, se han producido algunos avances en las últimas décadas. Desde principios de siglo, 69 países han reducido sus tasas de mortalidad materna al menos a la mitad. Y como región, el África subsahariana redujo su tasa en un 33%, según la OMS. "Tenemos buenos datos sobre por qué mueren las mujeres", afirma Cresswell. "Lo importante es invertir en intervenciones y soluciones para evitar que vuelva a ocurrir".

2025-03-13T05:36:43Z