Se habla de ella en suplementos deportivos, en revistas de nutrición y hasta en dietas recomendadas tras una cirugía. Pero… ¿qué hay detrás de esta fama? ¿Para qué sirve realmente la glutamina? ¿Es un nutriente esencial? ¿Deberíamos preocuparnos por consumir más?
Aunque muchos la asocian al mundo del fitness y el culturismo, la realidad es que la glutamina es un aminoácido clave para funciones básicas del organismo que afectan a todos, no solo a los deportistas.
A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre este nutriente tan versátil como subestimado.
La glutamina es un aminoácido, es decir, uno de esos pequeños componentes que forman las proteínas y que el cuerpo necesita para funcionar correctamente. Se la considera “semiesencial” porque, aunque el organismo puede fabricarla, en ciertas situaciones como el estrés, una enfermedad, una operación o el ejercicio intenso, las necesidades aumentan y puede que no se produzca suficiente.
Se encuentra de forma natural en muchos tejidos del cuerpo: músculos, sangre, cerebro y sistema digestivo. En otras palabras, está presente allí donde más se la necesita.
La glutamina cumple varias funciones fundamentales para mantenernos sanos, especialmente en tres áreas clave:
1. Regeneración del aparato digestivo
Las células del intestino utilizan la glutamina como fuente principal de energía. Este aminoácido ayuda a reparar la mucosa intestinal, lo cual es muy útil si sufres molestias digestivas, diarrea frecuente o permeabilidad intestinal.
Fuente: Clinical Nutrition, 2001 - "Glutamine and intestinal barrier function".
2. Refuerzo del sistema inmunitario
Las células defensivas del cuerpo (como los linfocitos o los macrófagos) también necesitan glutamina para funcionar de forma óptima. En momentos de estrés físico o enfermedad, el cuerpo requiere un aporte mayor.
Fuente: Nutrition Reviews, 2008 - "Glutamine metabolism and immune function".
3. Recuperación muscular
Por eso la glutamina es tan valorada entre deportistas: favorece la recuperación tras el esfuerzo, reduce el riesgo de pérdida muscular y contribuye a disminuir la sensación de fatiga.
Fuente: International Journal of Sport Nutrition, 2004 - "Effects of glutamine supplementation in athletes".
No es necesario recurrir a complementos para obtener glutamina: está presente en muchos alimentos comunes, tanto de origen animal como vegetal. Si llevas una alimentación variada, probablemente ya estás cubriendo tus necesidades.
Alimentos ricos en glutamina:
Atención: La cocción puede reducir ligeramente el contenido de glutamina. Siempre que puedas, consúmelos crudos o cocinados suavemente para preservar sus propiedades.
En algunos casos, los suplementos de glutamina pueden estar recomendados, siempre bajo consejo médico:
Pero si llevas una vida sana y comes bien, no necesitas suplementos adicionales. La alimentación diaria suele ser más que suficiente para cubrir tus necesidades de glutamina.
La glutamina trabaja en silencio, sin llamar la atención, pero con un papel importantísimo en tu salud. Protege tu sistema digestivo, apoya tus defensas y favorece la recuperación muscular.
No necesitas buscarla en cápsulas: está en alimentos que probablemente ya consumes a diario. Una razón más para disfrutar de un desayuno con huevos o de una buena cena con lentejas o pescado al horno. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!