En medio de los crecientes esfuerzos para prevenir enfermedades silenciosas, un dato sacude a la comunidad médica: apenas el 15% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de útero en estadios avanzados sobreviven más de cinco años.
El contraste es abismal si se lo compara con la detección en etapas tempranas, donde la tasa de supervivencia puede superar el 90%. Sin embargo, muchos de los síntomas son poco conocidos y suelen ser confundidos con dolencias menores.
El cáncer poco conocido y agresivo que se manifiesta con dos síntomas comunes
Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), este tipo de cáncer, también denominado cáncer de endometrio, es el más frecuente del aparato reproductor femenino. Su origen se encuentra en una alteración celular en el revestimiento interno del útero, que da lugar a la formación de tumores.
En la Argentina, el cáncer de cuello de útero ocupa el cuarto lugar en mortalidad, luego del cáncer de mama, seguido por el cáncer de pulmón, y el cáncer colorrectal, según el informe del Instituto Nacional del Cáncer de 2022. Cada año aproximadamente 4500 mujeres reciben este diagnóstico y se estima que 2300 pacientes mueren anualmente por esta enfermedad.
El principal desafío del cáncer de útero radica en su detección. A diferencia de otros tumores ginecológicos, sus señales de alerta no siempre se reconocen a tiempo. Según explica Cath Kennedy, especialista clínica de la fundación británica Peaches Womb Cancer Trust, "conocer los síntomas y actuar de inmediato puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte".
Las cifras respaldan su advertencia: mientras que el 92% de las mujeres diagnosticadas en estadio uno o dos pueden superar los cinco años de vida, ese porcentaje cae al 15% si la enfermedad se descubre en fases tres o cuatro, cuando ya se ha extendido a otros órganos.
El síntoma más frecuente y también más revelador del cáncer de útero es el sangrado vaginal anormal, especialmente en mujeres posmenopáusicas. En estos casos, cualquier tipo de sangrado -ya sea leve manchado, flujo acuoso o de color marrón- debe ser motivo de consulta médica inmediata.
En mujeres más jóvenes o en edad fértil, hay otros indicadores que también pueden generar sospechas:
Períodos menstruales más abundantes de lo habitual
Sangrado entre ciclos menstruales
Hemorragias después de mantener relaciones sexuales
Flujo vaginal con olor o color inusual
Kennedy enfatiza que muchas de estas manifestaciones pueden confundirse con otras condiciones ginecológicas comunes, como la endometriosis o los fibromas. No obstante, ante cualquier síntoma nuevo o persistente, la evaluación médica es obligatoria.
Uno de los errores más frecuentes es suponer que un resultado normal en la prueba de Papanicolaou garantiza una salud ginecológica total. Sin embargo, este estudio, utilizado principalmente para detectar cáncer de cuello uterino, no permite descartar el cáncer de útero.
"Un resultado normal en la citología no significa que no haya cáncer en el endometrio", aclara Kennedy. Por eso, los especialistas recomiendan exámenes específicos como la ecografía transvaginal o una biopsia uterina cuando los síntomas lo justifican.
A pesar de su prevalencia, el cáncer de útero no recibe la misma visibilidad que otros tipos de cáncer. Esto se traduce en diagnósticos más tardíos y, en consecuencia, en una mayor tasa de mortalidad. De ahí la importancia de campañas de concientización que acerquen información clara y útil a mujeres de todas las edades.
"Queremos que más mujeres sepan sobre el cáncer de útero, conozcan los signos y cuándo buscar asesoramiento médico", afirma Kennedy. La prevención empieza por conocer el propio cuerpo y actuar ante cualquier cambio inesperado.
2025-06-10T16:26:12Z