ASí PUEDES TENER MáS ENERGíA GRACIAS A TU RESPIRACIóN

Pranayama es la palabra que se utiliza en yoga para hacer referencia a la respiración. Es un término del sánscrito que hace referencia al control de la respiración. Un control que, como explican desde el Instituto Internacional de Ciencias Deportivas, “marca el compás del movimiento y la naturalidad en su ejecución. Saber emplear la respiración en el yoga es clave para regular el prana o la energía vital y atraer la calma dentro y fuera de la esterilla.” La respiración consciente es uno de los pilares en los que se asienta el yoga y se considera fundamental a la hora de realizar las posturas.

En general, respiramos de forma automática unas 23 mil veces al día. Es algo que hacemos de forma inconsciente así que ¿cuál es la importancia de poner el foco de nuestra atención en la respiración? Muchos estudios afirman que una buena respiración nos ayuda a controlar el estrés (ahí tenemos ese consejo universal de pararnos a respirar cuando estamos enfadados antes de responder o hacer algo). Varios científicos de la Universidad de Stanford han demostrado que una buena respiración incide en la relajación, en la atención y en el equilibrio emocional.

Respirar BIEN

De la misma manera que comer no es lo mismo que comer bien, Rubén Sosa, instructor

avanzado de respiración y conductor del nuevo programa Energía y Vitalidad de la app de meditación Petit BamBou, afirma que no es lo mismo respirar que respirar bien. El experto, que también es autor del libro Respira, aquí y ahora (ed. Vergara)y fundador del proyecto Medita por el mundo, afirma que “Para respirar bien hay que hacerlo de forma lenta, sutil y diafragmática.” Sus teorías se basan en el Chi Kung, el arte de origen chino basado en el control de la respiración que habla de tres niveles de respiración:

1. La persona que esté a tu lado no debe escuchar cómo respiras.

2. Uno mismo no debe escuchar su respiración.

3. Uno mismo no debe sentir su respiración.

Para respirar bien “hay que dejar de lado la respiración superficial y llevarla a lo más profundo de los pulmones y siempre, inhalar y exhalar por la nariz, no por la boca”, aconseja Rubén Sosa. Es posible que en yoga o meditando hayas hecho ejercicios en los que se exhala por la boca, en este caso no hay problema porque “es un ejercicio que va a durar unos minutos. Lo importante es cómo respires el resto del día: cuando trabajamos, conducimos o vemos la tele.”

¿En qué deberíamos fijarnos para saber si estamos respirando bien?

Si en una buena respiración se inhala y exhala por la nariz, ¿qué tendríamos que tener en cuenta para saber si lo estamos haciendo bien? “Hay que fijarse en si dicha respiración es más acelerada de lo que debiera o si respiramos con la parte alta del pecho de manera superficial, ya que esto impacta en nuestro cuerpo, estado de ánimo, energía y salud”, explica el experto.

Beneficios de respirar bien

Según Rubén Sosa, una buena respiración funcional nos puede aportar:

  • Entre un 20 y un 30% más de oxígeno y, por tanto, más energía en el día a día.
  • Mayor relajación y menos estrés, ya que “la respiración impacta en el sistema nervioso central, favoreciendo la activación del sistema parasimpático, responsable de las respuestas de descanso y digestión (sí, las digestiones también mejoran) y contrarrestando los efectos del estrés.”
  • Sueño reparador y sin interrupciones.
  • Mejor sistema inmune al reducirse el estrés y sus efectos sobre el cuerpo. “Si bajan los niveles de estrés prevenimos el agotamiento de las células inmunológicas.”
  • Reducción de la presión arterial y el colestero, ya que “mejora la circulación sanguínea y la oxigenación, y esto hace que el corazón esté más sano”.
  • Mejor estado de ánimo.
  • Más capacidad de concentración.

Respirar para tener más energía

Al estar estresada, enfadada o nerviosa es posible que te digas a ti misma “respira”. Respirar en estas ocasiones equivale a parar, a bajar las revoluciones, a volver a un equilibrio. Pero también puede ayudarte cuando sientes que necesitas un extra de energía. “Las respiraciones que se utilizan para energizar el cuerpo, habitualmente rápidas y seguidas, activan la rama simpática del sistema nervioso, suben la presión sanguínea y la temperatura corporal”, explica el experto. “Pero también existe otra forma de obtener vitalidad mediante la inhalación y la exhalación de manera rítmica y lenta, sintiendo cómo la energía circula dentro del cuerpo, lo cual hace que las células se oxigenen y por tanto trabajen mejor y ganen vitalidad.”

En Petit BamBou han desarrollado el programa Energía y Vitalidad en el que “en cada inhalación y exhalación tenemos el poder de calmar el estrés, despertar la alegría o incluso conseguir que nuestro cuerpo se llene de energía, algo respaldado por la ciencia”, afirma Rubén Sosa. Para mejorar la vitalidad, Rubén propone el siguiente ejercicio: consiste en realizar una inhalación en 5 tiempos seguida de una exhalación en otros 5 durante 2 minutos. “Notarás cómo la frecuencia cardíaca baja y obtienes calma a la vez que mejora tu vitalidad.”

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