Caminar es una actividad recomendada para todas las personas porque se adapta a cualquier tipo de condición física, es fácil de realizar y brinda grandes beneficios para la salud física y mental.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda andar un mínimo de 150 minutos a la semana, es decir, un promedio de cinco caminatas enérgicas de unos 30 minutos por día.
Entre las ventajas que aporta este ejercicio se encuentran las siguientes: mantiene un peso saludable, favorece la memoria, previene enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, hipertensión arterial, cáncer y diabetes tipo 2.
Además, una caminata diaria mejora la resistencia muscular, aumenta los niveles de energía, fortalece el sistema inmunitario, mejora el estado de ánimo, reduce la tensión y el estrés. Otro aspecto importante es que también fortalece los huesos y músculos.
Por esta razón, quienes buscan fortalecer las articulaciones de las piernas y rodillas deben incluir este ejercicio a su rutina de entrenamiento.
También resulta beneficioso para una persona con artrosis de rodilla porque esta actividad ayudará a reducir la inflamación y rigidez de la articulación.
En caso de poder caminar diariamente, es decir sin dolores fuertes o molestias, se recomienda andar por terreno llano para evitar lesiones, solo o acompañado, andar por los lugares favoritos y, principalmente, utilizar ropa y calzado cómodos para completar a gusto la actividad.
De esta manera, pasará a ser un ejercicio fácil y relajante que ayudará a tratar este problema de salud junto al tratamiento indicado por el profesional médico.
De acuerdo a la Fundación Internacional de Artrosis (OAFI), la artrosis afecta aproximadamente a 300 millones de personas en todo el mundo mientras que en España, el 80% de la población mayor de 65 años padece esta patología.
Entre las causas que contribuyen a su aparición se encuentran: la edad avanzada, menopausia en mujeres, las lesiones articulares, ciertas enfermedades metabólicas, la tensión repetida en la rodilla y la obesidad.
Precisamente, este último factor se puede evitar gracias a una simple caminata a ritmo constante ya que, además de desarrollar y fortalecer los músculos y ligamentos periféricos de las articulaciones, controla el peso ya que contribuye a la quema de calorías y mantiene el cuerpo en forma.
Cabe destacar que al momento de comenzar este hábito es importante que sea de manera gradual, es decir caminar menos cantidad de minutos y a un ritmo más relajado hasta que el cuerpo se adapte. Asimismo, es esencial beber mucha agua, descansar cuando lo crea necesario y desarrollar poco a poco la resistencia.
Además mientras se camina, se pueden trabajar otras articulaciones, como las de las muñecas, caderas y tobillos, con movimientos leves y conscientes.
Por lo tanto, la actividad física que resulta sencilla y efectiva para tratar la artrosis es caminar a diario. A esto se le debe sumar una dieta personalizada, adaptada a los requerimientos nutricionales de cada persona y a su microbiota intestinal, para reducir la inflamación y los síntomas asociados a esta enfermedad reumática.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.